- Encuentra una parcela de terreno abierto, soleado y bien drenado con suelo arcilloso para colocar el sembrado de girasol. Los girasoles tolerarán arcilla o limo arenoso pero no florecerán en tierra húmeda.
- Adquiere las semillas apropiadas. Busca girasol que produzca semillas de “confitería” o "sin aceite". Éstas son las conocidas semillas blancas y negras, utilizadas como refrigerios.
- Siembra bien las semillas. Espera que hayan terminado las lluvias de primavera, si estás plantando los girasoles en una zona baja, ya que se pudren fácilmente.
- Siémbralas a una profundidad de una pulgada y media o dos, donde el suelo esté húmedo, así pueden germinar fácilmente. Tus girasoles comenzarán a crecer en una semana o dos.